martes, 8 de junio de 2010

reflexiones sobre la memoria

este texto surge de una reflexión individual pedida en el curso, para reflexionar como trataremos el tema de la memoria en nuestra instalación final.

Memoria en chile

La memoria suele ser una pesada carga, volver la mirada atrás habla de la posibilidad de cometer los horrores más grandes, horrores cometidos no por monstruos como se pudiese pensar, sino personas tal como nosotros. Es difícil aceptar la historia, pues ésta nos demuestra que todos podemos cometer atrocidades como las de Aushwitz, pues nuestra naturaleza es la misma que la de ellos.
Es dramático aceptar este hecho, sin embargo eso no hace que la memoria sea menos importantes. Negar la memoria es tapar el sol son un dedo, es abstenerse de reflexionar sobre nuestro actuar en el mundo, y como diría hanna arendt, cuando se evita este dialogo silencioso con nosotros mismos, cuando no hay ese alguien a quien rendir cuentas, se puede hacer absolutamente lo que sea. La historia es ese “yo mismo” con quien dialogamos, aunque aquí somos nosotros quienes reflexionamos ya no sobre lo que hacemos sino sobre lo que se ha hecho, conociéndolo y criticándolo tal como sócrates fue un critico de su tiempo asi mismo lo debemos ser nosotros al enfrentar la historia.
Latinoamerica sufre de amnesia, aquí los crímenes mas horrendos salen a la luz un dia y al siguiente son olvidados, matanzas, exilios, torturas, estafas. Criminales obtienen cargos importantes en los gobiernos como si fuesen blancas palomas, nos pasan literalmente “gato por liebre”. Pero conocer la historia no solo sirve para desconfiar de los victimarios del pasado. Pues como dice el lenguaje popular “el infierno está lleno de buenas intenciones”, reconocer que las obras que dan cuenta de los mayores del mundo se han hecho en nombre del bien, de la paz, del amor y de la justiciaes otra verdad incomoda, pero no por ello menos cierta esta historia reflexionada nos permite ver mas alla de las intenciones, pues el pensar y también la historia tiene una función crítica sobre su materia de estudio. De este modo la paz, la justicia el amor a veces no lo son tanto pues excluyen al otro, al otro perseguido, mutilado exiliado. La historia permite corregir nuestro errores, es cierto que los modelos éticos totalitarios han sido superados, peo eso no significa que la ética si lo sea. Las cosas no dan lo mismo es permisible cometer errores, pero no lo es cometer horrores, sin importar si se hacen en nombre del bien.la historia nos permite pues estar mas alertas.
No, recordar no es un acto banal, es un acto sumamente político en el sentido social de la palabra, debemos recordar lo que ha pasado y hacernos cargos de nuestras verdades dolorosas, de aquellas que deseamos olvidar, no por masoquismo, sino para comprender y comprendernos.
Tal vez perdón pero olvido nunca, hay cosas que no debemos olvidar, pues es fácil seguir la corriente, adherirse a un nuevo movimiento sin pensar, pensar ese era el termino que arendt empleaba, pensar cómo hacer sentido. El pensar nunca produce nada, no es práctico, siempre vuelve sobre sí mismo, lo único que hace es criticar y sin embargo es sumamente importante cuando las cosas van mal, cuando la gente se pierde en una masa adquiriendo como propias un sistema de creencias impuesto desde fuera, el pensar, y su símil en la historia, nos permiten ser conscientes de lo que hacemos. Ser más honestos. Negar nuestra historia es negarnos también como personas. Por eso debemos hacer un llamado a “no olvidar”.

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